15 ene 2010

Tachaaaaaan!

post by Pep Torres
(Foto: javier de Agustín)

Me he levantado esta mañana con una sonrisa de oreja a oreja -formato Netol- como hacía tiempo que no me ocurría.

El responsable de esto ha sido Juan Tamariz.

Ayer tuve la buena idea de ir a ver el espectáculo 'Magia Potagia' que está presentando en el teatro Poliorama de Barcelona. Ya hace tiempo, mucho tiempo, que sigo a Juan Tamariz. De hecho fue gracias a la colección de fascículos de magia que publicó hace ya, creo, más de 15 años que me introduje en el mundo del ilusionismo.

Como mago no puedo, en un foro público, comentar el espectáculo desde el aspecto técnico de sus efectos; pero os aseguro que la excelencia del trabajo de Juan supera con creces todo lo que os podais imaginar como espectadores.

Y es que el ilusionismo es un arte muy peculiar; se trata de hacer invisible todo aquello que sabes. Y Juan Tamariz tiene tantísimo talento que no es que 'parezca que no haga nada', es que sencillamente no hace nada y la magia sucede.

Una gran lección de humildad del mejor mago del mundo que, pudiendo maravillarnos con un despliegue de florituras y alardes técnicos ha optado, por amor a la magia, hacernos disfrutar de los efectos mágicos como si él fuera sencillamente un mero transmisor del efecto mágico: él no hace nada, y la magia se hace realidad.

Y así es como los 'no-se-cuanta-gente-habia-en-la-sala', volvimos a revivir aquella edad en la que crees que "igual se podría volar si te concentras mucho, mucho, mucho pero lo que pasa es que tú no te sabes concentrar de verdad todo el rato que haría falta".

Que nadie deje de ir a ver a Juan Tamariz en Barcelona porque, aunque no hiciera ni un solo efecto mágico y solo hablara con el humor -tanto o más inteligente que su magia- que le caracteriza, valdría la pena ir al espectáculo.

Gracias Juan porque ayer todos salimos de la sala con la misma sensación: fuimos felices.

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